Por Amanda Pucci y Gabriel Elias
Todas las culturas tienen la costumbre de celebrar el luto y de homenajear a los muertos. En todo el mundo hay conmemoraciones para los fallecidos, de las más diversas maneras, siempre con mucha alegría. En Estados Unidos el “Halloween”; en Brasil, el “Dia de Finados”, y en México, el famoso “Día de Muertos”.
De 31 de octubre a 2 de noviembre se celebra el “Día de Muertos” en México. En ese periodo, fiestas decoradas con calaveras, flores, velas y mucha comida unen al pueblo mexicano para celebrar y homenajear a personas que formaron parte de sus vidas y que siempre deben ser recordadas. Se cree que, en esos días, los muertos visitan a los vivos como una demostración de unión.
El Día de Muertos tiene un origen antiguo. La fecha ya era conmemorada por los indígenas desde la era precolombina por los mayas, los aztecas y otros pueblos de la época.
En esa fiesta se decoran calles y casas con esqueletos para recibir a los muertos que visitan a sus parientes y amigos vivos. Además de las calaveras, también se montan altares y ofrendas para representar a los muertos honrados. Los altares están adornados con objetos que pertenecen a la persona muerta. Todos ellos tienen una cruz en la cima, junto con la imagen del difunto, hecha de sal, cenizas o tierra, haciendo referencia a una máxima cristiana: “Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás”.
El Día de Muertos fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2003. La fiesta fue considerada por la entidad "una de las representaciones más relevantes del patrimonio vivo de México y del mundo y como una de las expresiones culturales más antiguas y de mayor fuerza entre los pueblos, grupos indígenas del país". También es conmemorada por la comunidad mexicana en otros países, como en los Estados Unidos.
Son elementos típicos del Día de Muertos:
Esqueletos:
La Catrina:
La Llorona :
Altares y ofrendas:
Portal de los muertos:
Pan de muertos:
Calaveras de azúcar:
Flores:
En Brasil el ritual más común para celebrar a los muertos es la ida al cementerio. Allí se colocan flores en las tumbas de los parientes y amigos ya fallecidos. También es común que se realicen misas para que las personas puedan rezar por aquellos que ya fallecieron.
La costumbre brasileña de visitar los cementerios y rendir homenajes, hacer celebraciones religiosas, presentaciones artísticas, etc., tiene el objetivo de convertir ese momento en un tributo a la vida de alguien. Los brasileños tienen un vínculo muy fuerte con el día de Finados. El significado de una visita a un familiar sepultado está lleno de simbolismos. Es importante para la familia, para la elaboración del proceso de duelo y para seguir adelante. Ayuda a los muertos a encontrar la paz y el camino correcto para la vida espiritual, según los principios cristianos.
Personas van al cementerio y colocan flores en las tumbas de los parientes y amigos ya fallecidos.
Otra fiesta que se ha vuelto común en Brasil es el Halloween, de origen anglosajónico. También es conocido como “El día de las Brujas”, y durante mucho tiempo fue prohibido. La fecha es muy antigua – proviene de los Celtas que habitaron las zonas que hoy conocemos como Irlanda, Inglaterra, Escocia y Francia - y formaba parte del calendario pagano.
Las calabazas son objetos muy comunes de decoración en Halloween
El Halloween era una festividad para homenajear al dios de la cosecha y de la vida, y pedir protección para el invierno que llegaba al hemisferio norte. Los días fríos y las noches largas, la nieve y pocas plantas, hacían que la gente no saliera de casa con frecuencia. La caza era poca, y los lobos y los osos rondaban a las aldeas y acechaban en los bosques. Se creía que en la noche del 31 de octubre los espíritus de los muertos regresaban a la tierra y, para ahuyentar a estos malos espíritus, los celtas se vestían con cabezas y pieles de animales para sacar del pueblo a los demonios que los visitaban y poder regresar a la normalidad al día siguiente.
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